jueves, 8 de enero de 2009

Lectura Salmo 103. 1-8.
Por Vladimir Orellana Cárcamo
Domingo 28 de diciembre, 2008.


Estamos a tan sólo cuatro días para que finalice el año 2008. Oportuna resulta la ocasión para brindarle al Creador nuestra profunda gratitud por los favores recibidos durante el año que está por concluir. Propicios resultan los versos de David “Bendice alma mía, a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios” ( Salmo 103: 2). Atendiendo a la invitación del salmista, comenzamos en primer lugar, expresando nuestro reconocimiento al Omnipotente, por la fortaleza derramada sobre cada uno de los que constituimos la gran familia del Ministerio Cristiano Canaán.

No ignoramos que el año que está por finalizar ha sido duro, pues hemos tenido que llorar la muerte de algunos de nuestros hermanos en la fe, también hemos sufrido enfermedades, otros en cambio, perdieron su empleo o fueron victimas de robo, sin embargo, en medio de las circunstancias adversas, algo que no podemos negar es que Dios ha sido bueno con nosotros, y por ende, podemos proclamar como el profeta: “Eben-ezer…:hasta aquí nos ayudó Jehová” (1º Samuel 7: 12) .

Además cabe agregar que hemos sentido la fortaleza divina en nuestro caminar cristiano, ya que algunas veces ha sobrevenido sobre nosotros el cansancio, no obstante, en las horas oscuras del desánimo, el Espíritu Santo nos ha infundido aliento y esperanza para no volver atrás. Por otra parte, damos gracias a nuestro Padre Celestial, por permitirnos que desde el 20 de enero del presente año, le celebremos culto en el nuevo terreno donde se construye un amplio templo, en el cual proseguiremos tributándole alabanza y adoración.

Asimismo en esta oportunidad, queremos valorar el esfuerzo de cada hermano y hermana, quienes con fe y amor ofrendan mensualmente una cuota para el pago del terreno y pro construcción del nuevo santuario. A todos ellos, que invierten su dinero con generosidad en la obra de Dios, abundantemente cosecharán, según lo declara San Pablo ( 2ª Corintios 9: 6-7).

También le manifestamos nuestra gratitud a nuestro Señor Jesucristo por habernos permitido ser participes en la tarea evangelizadora. El Rey premie la labor de todos aquellos que forman parte de los grupos de Crecimiento, estrategia maravillosa de compartir el mensaje del evangelio en el calor fraterno de los hogares. Con dicha forma de anunciar las buenas nuevas, el Ministerio Cristiano Canaán , retoma el ejemplo de los primeros creyentes, quienes “…todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo” (Hechos 5:42).

Aprovechamos este espacio, para solicitar al Altísimo, que su bendición permanezca sobre nuestro pastor general, hermano Mario Granados y su familia, como también en cada pastor de distrito. Asimismo oramos por cada uno de los comités de la iglesia, sin excepción alguna, para que siempre se mantengan firmes sirviéndole al Señor con regocijo y convicción.

Sin duda alguna, 2009, será un año de grandes desafíos para nuestra congregación, no negamos que afrontaremos problemas, no obstante, obtendremos victorias espirituales y materiales. ¡Adelante hermanos, prosigamos trabajando para nuestro Salvador! No temamos a los obstáculos, mejor digamos como San Pablo “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13).